DESCUBREN INDICIOS DE VIDA EN VENUS
Pocas cosas tienen la capacidad de asombrarnos y emocionarnos como los nuevos descubrimientos astronómicos y en este 2020 por fin nos llegó un momento de celebrar: científicos europeos y estadounidenses encontraron indicios de vida en Venus.
Además de este alucinante hallazgo, descubrieron que es muy probable que segundo planeta del Sistema Solar —en orden de distancia— apeste a rayos.
“Existe la posibilidad de que hayamos encontrado indicios de vida en las nubes de Venus”, comentaba la profesora Jane Greaves, de la Universidad de Cardiff, en una conferencia de prensa virtual en la que, neta, no podía ni ocultar la emoción.
La razón de esta alegría es porque los científicos creen haber descubierto rastros de un gas llamado fosfina (PH3) en las nubes de nuestro planeta vecino.
¿Y eso con qué se come o porque tan emocionados? Bueno, pues resulta que esa fosfina (PH3) que encontraron en la superficie de Venus es un gas que, en la Tierra, se produce por microorganismos que viven en entornos donde no hay oxígeno. “Esto abre la posibilidad de que detectáramos organismos vivos en las nubes de Venus“, celebraba la profesora Jane Greaves.
En condiciones normales —no sabemos cómo funcione en nuestro planeta vecino— este gas incoloro es flamable y tiene un potente olor a ajo o similar a pescados en descomposición. Guácala.
La importancia de este descubrimiento en Venus
Las condiciones de Venus son complicadísimas, por decir lo menos.
Aunque está más lejos del Sol que Mercurio, el planeta rocoso bautizado en honor a la diosa del amor tiene la temperatura más alta en todo el Sistema Solar. Además del mentado calorón que supera los 470 grados Celsius, tiene una presión atmosférica equivalente a estar mil 600 metros bajo el mar. O sea, era incompatible con todas las clases de vida conocida.
Sin embargo, cómo explican los científicos europeos y estadounidenses que presentaron esta mañana en la Royal Astronomical Society, existe la posibilidad de que algunos microbios hayan escapado de la superficie y se refugiaran en las ácidas nubes de Venus.
Aunque hay otros métodos químicos para producir fosfina, la cantidad encontrada en Venus es miles de veces más alta que lo esperado y solo podría explicarse, dicen, con procesos biológicos.
Las celebraciones son amplias —nomás vean la sonrisota de los científicos en la conferencia de prensa— pero en el estudio mantienen un poco la cautela. Aunque sí admiten públicamente que la presencia de fosfina es un indicio de microorganismos chambeadores, ellos dijeron: “La detección de PH3 no es una prueba sólida de vida, solo de química anómala que no podemos explicar”.
¿Quiénes son estos científicos que la acaban de romper?
Bueno, pues como les decíamos, la presentación de la Royal Astronomical Society se llevó a cabo por la profestora Jane Greaves, de la Universidad de Cardiff, pero en el estudio participaron un montón de científicos más y prácticamente del mundo entero.
Trabajaron con telescopios ubicados en Hawaii y complementaron la información con otros ubicados en Chile, operados por especialistas americanos, europeos, Japón y otros países asiáticos. En la conferencia de prensa de este lunes, 14 de septiembre, participaron muchos de los científicos que publicaron este estudio en la revista Nature Astronomy.
¿Lo mejor de todo? Se aventaron unas frases sobre este descubrimiento en Venus que te vas para atrás. Sin embargo, nos quedamos con la que dijo William Bains, experto de Ciencias Planetarias y Atmosféricas del MIT.
“Hay dos posibilidades. La primera es una reacción desconocida que está creando la fosfina en Venus. La segunda, la emocionante, es que podría ser vida“, señaló.
Comentarios
Publicar un comentario